Anibal Navarro

Anibal Navarro, 82, of Chicago, Illinois, passed away surrounded by family on November 5, 2025. Born on September 4, 1943, in San Lorenzo, Puerto Rico, he was the beloved son of Martina Muñoz and Quintin Navarro. Anibal grew up in San Lorenzo, where his upbringing shaped his deep sense of family, faith, and generosity; values he carried throughout his life.A true entrepreneur at heart, Anibal owned and operated several stores in both Puerto Rico and Chicago, proudly serving his community for decades. His work ethic and commitment to helping others earned him the respect of neighbors, customers, and friends alike. Beyond business, Anibal gave selflessly to his church as a faithful Christian. Always the first to lend a hand or support a cause without hesitation. He found joy in life’s simple pleasures: tending his garden, playing dominoes and cards, singing, barbecuing, and sharing laughter with loved ones. A gifted musician, he played several instruments and loved bringing family and friends together through food, music, and conversation. Those who knew Anibal remember his generous heart, quick wit, and infectious humor. He was lighthearted yet wise, the kind of person whose advice was always thoughtful and rooted in experience. A master negotiator and natural storyteller, he could turn any gathering into a moment of joy. He often opened his doors to anyone in need, offering a safe and welcoming home to those who needed it most. Above all, he was a loving and devoted husband and a caring father who always put his family first. Anibal was preceded in death by his parents, Martina Muñoz and Quintin Navarro. He is survived by his wife, Norma López; his children, Ivette Baiza, Evelyn Navarro De Aquino, Juan Carlos Navarro, and Veronica Acevedo; and his beloved grandchildren, Katie, Nicholas, Milania, Tatiana, Izaiah, Jaileen, Juan Carlos, Esteban, Camila, and Saúl each of whom carries forward his warmth, humor, and strength of spirit. He is also survived by his great-grandchildren, Eliza, Armahni, and Royale, who continue to bring joy and light to the family he cherished. He left this world better than he found it, and his legacy lives on in the lives he touched. 

 Anibal Navarro, de 82 años, residente de Chicago, Illinois, falleció rodeado de su familia el 5 de Noviembre de 2025. Nació el 4 de septiembre de 1943 en San Lorenzo, Puerto Rico, hijo amado de Martina Muñoz y Quintin Navarro.Anibal creció en San Lorenzo, donde su crianza formó en él un profundo sentido de familia, fe y generosidad valores que llevó con el a lo largo de toda su vida.De espíritu emprendedor, Anibal fue dueño y operador de varias tiendas tanto en Puerto Rico como en Chicago, sirviendo con orgullo a su comunidad durante décadas. Su ética de trabajo y compromiso con los demás le ganaron el respeto de vecinos, clientes y amigos.Más allá de los negocios, Anibal sirvió con devoción a su iglesia como un cristiano fiel. Siempre el primero en ofrecer su ayuda o apoyar cualquier causa sin dudarlo.Encontraba alegría en los placeres simples de la vida: cuidar su jardín, jugar dominó y cartas, cantar, cocinar, y compartir risas con sus seres queridos. Talentoso músico, tocaba varios instrumentos y disfrutaba reunir a familiares y amigos con comida, música y conversación.Quienes conocieron a Anibal recuerdan su corazón generoso, su ingenio y su contagioso sentido del humor. Era alegre pero sabio, el tipo de persona cuyos consejos siempre eran reflexivos y llenos de experiencia. Un gran negociador y narrador nato, podía convertir cualquier reunión en un momento de alegría. Con frecuencia abría las puertas de su hogar a quien lo necesitara, ofreciendo un espacio seguro y acogedor. Sobre todo, fue un esposo amoroso y devoto, y un padre cariñoso que siempre puso a su familia primero.Anibal fue precedido en muerte por sus padres, Martina Muñoz y Quintin Navarro. Le sobreviven su esposa, Norma López; sus hijos, Ivette Baiza, Evelyn Navarro De Aquino, Juan Carlos Navarro y Veronica Acevedo; y sus amados nietos, Katie, Nicholas, Milania, Tatiana, Izaiah, Jaileen, Juan Carlos, Esteban, Camila y Saúl cada uno de ellos lleva su calidez, humor y fortaleza de espíritu. También le sobreviven sus bisnietos, Eliza, Armahni y Royale, quienes continúan trayendo alegría y luz a la familia que él tanto amó.Dejó este mundo mejor de lo que lo encontró, y su legado vive en las vidas que tocó.